Vilches (Jaén)
VILCHES (Jaén)
Vilches (Jaén) ocupa un lugar privilegiado entre los ríos Guarrizas, Guadalen y Guadalimar y sus respectivos embalses. Tiene una altitud de 573 metros y una extensión 277,6 kilómetros cuadrados. Los tres embalses de su término municipal hacen de Vilches uno de los pueblos de España con mayor extensión de costa interior.
Vilches es un pueblo de gentes sencillas, agradables y abiertas en cuanto al trato con la gente que nos visita. Entre sus costumbres está “echar la postura”, que no es otra cosa que tomarse unas cervezas con los amigos y disfrutar de las deliciosas tapas que ofrecen sus bares.
Dominando el pueblo se encuentra la Ermita de la Virgen del Castillo. Está ubicada en el patio de armas del antiguo castillo medieval. Se edificó en el siglo XVIII y contiene la imagen de la Virgen del Castillo, patrona de Vilches. En el interior sobresale su bóveda de medio cañón y el retablo atribuido al escultor malagueño, Francisco Palma Burgos. Como apunte histórico, la ermita sustituye a una iglesia anterior del siglo XII.
Desde la Ermita de la Virgen del Castillo y su cerro se pueden contemplar espectaculares vistas panorámicas.
Los trofeos de la Batalla de las Navas de Tolosa de 1212 se guardan en Vilches.
En su término municipal se han inventariado cerca de un centenar de yacimientos arqueológicos. El de Santagón, de la Edad del Cobre, está actualmente en parte plantado de olivos y en parte cubierto por el embalse del Guadalén. No se ven restos de construcciones, pero sí numerosos trozos de cerámica. Se considera que es aproximadamente del año 2.000 a. de C.
También hay constancia de asentamiento en la Edad del Bronce.
Los Íberos ocuparon el poblado de Giribaile. Este enclave se sigue conservando tras la conquista romana. En sus alrededores hay tres necrópolis. En una de sus laderas se encuentran las cuevas de Espeluca que según la tradición fueron un santuario ibero.
Fue en época islámica cuando se consolida y toma auge el actual emplazamiento de Vilches, marcado por la construcción de un castillo-fortaleza, en el cerro de la ermita de la Virgen. Sobre el recinto íbero-romano de Giribaile se levantó otro castillo fortaleza, con enlace visual con el anterior. En su término se han inventariado varias alquerías o pequeños poblados que utilizarían ambos castillos como refugio.