EL POBLADO ÍBERO DEL “CERRO DE LA CRUZ” en Almedinilla (Córdoba)
Los íberos vivían en el Levante y Sur de la Península Ibérica que desarrollaron una cultura propia entre los siglos VI y II antes de Cristo. Se cree que tienen procedencia africana, y que llegaron a España al empezar la Edad de los Metales. El Cerro de la Cruz es un poblado íbero del siglo II a. C. Para la construcción de casas utilizaban la tierra, la piedra y la madera. Las casas tienen un zócalo de piedra, encima del cual se levantan las paredes de adobes (ladrillo de barro y paja). Los suelos son de tierra pisada, los techos son planos y están formados por un denso entramado de vigas y ramaje que soporta una gruesa capa de arcilla. Las casas combinaban la vivienda con la zona de trabajo, almacenes y posibles tiendas.
Los íberos tenían un rito funerario que era la cremación, es decir, quemaban el cadáver con sus vestimentas y luego se introducían las cenizas en urnas de cerámica junto con objetos como espadas, lanzas, vasos o platos.
En la necrópolis del poblado se encontraron numerosos restos armamentísticos, puñales, espadas, puntas de lanza y puntas de flecha, etc. Los íberos eran grandes guerreros con fama de extraordinarios jinetes de caballos. Este poblado se sabe que fue destruido a causa de una invasión, ya que aparecieron restos de ceniza en los estratos de tierra debido a un incendio. El hecho de que todo el material sepultado y de que no se volviera a edificar encima, ha hecho creer que la invasión del poblado fue realizada por los romanos, quizás por negarse a pagar los tributos establecidos por Roma.
Curiosidades de la cultura íbera
- Casi todos los iberos, en combate se caracterizaban por el uso de la jabalina, honda y puñal. Dos guerreros montan un mismo caballo, uno se baja y combate a pie. Con los infantes mezclaban la caballería, siendo los caballos adiestrados a subir sierras y a arrodillarse con facilidad cuando hacía falta y se les mandaba.
- Se cuenta que desde niños se adiestraban en el manejo de la honda, no recibiendo el pan si no se lo ganaban antes con ella.
- Los romanos tardaron casi dos siglos en doblegar a los pueblos íberos, una eternidad si lo comparamos con los ocho años que tardaron en ocupar la Galia.
- Los cuerpos de recién nacidos y de niños/as de pocos meses que fallecían, eran enterrados bajo el suelo de las casas y no incinerados.
- Al morir los líderes, hacían rituales consistentes en cantar himnos, matar animales y luchar sobre su tumba, para después quemar el cadáver en una pira.
- La escritura ibérica suroriental se escribe de derecha a izquierda.
- En las tumbas, se han encontrado falcatas cuidadosamente dobladas, inutilizadas, ya que, par
a los íberos eran armas personales, fabricadas para cada guerrero en concreto (cada una tenía unas medidas, según el brazo de su dueño), y no debían ser utilizadas por ningún otro. El vínculo que unía al guerrero con sus armas era más importante que su propia vida.