Lisboa
LISBOA
Fundada en las márgenes del río Tajo y el océano Atlántico, Lisboa es una ciudad muy interesante para el viajero. Puedes recorrer a pie sus estrechas y empedradas calles, y subir serpenteando hasta llegar al castillo de San Jorge, después de haber recorrido el barrio de la Alfama, visitar la Plaza Martim Moniz, el Panteón Nacional y el mirador de Santa Lucía. Después visitamos la catedral de Lisboa y la Plaza del Comercio. La catedral, de estilo gótico, se encuentra justo al pie del castillo.
Lugares destacados de mi visita a Lisboa
La Torre de Belem, fue construida entre 1514 y 1519, a orillas del Tajo. Fue utilizada como fortaleza para proteger la entrada al puerto, aunque posteriormente funcionó como prisión, faro y centro aduanero para acoger a los barcos mercantes que ingresaban al puerto. Tiene 35 metros de altura. Es Patrimonio de la Humanidad. Destaca por su fachada en estilo manuelino realizada en piedra, almenas en forma de escudos y elementos sorprendentes como una gárgola en forma de rinoceronte.
El Castillo de San Jorge, fue el hogar de los reyes de Portugal durante muchos siglos. Su muralla fue fortificada en la década de los años 1370 y abandonada en la década de los 1500, en beneficio del Palacio de Ribeira. El castillo tiene su origen en el siglo VI a.C. Situado en la colina más alta de Lisboa, tiene uno de los miradores más impresionantes de la ciudad.
El Monasterio de los Jerónimos, esconde magníficos tesoros. Construido en 17 años. El monasterio tiene una visita muy interesante. Es Patrimonio de la Humanidad y uno de los lugares más bonitos de Lisboa. Inaugurado a principios siglo XVI para celebrar el regreso de la India del célebre navegante Vasco de Gama, este monasterio está compuesto por la iglesia, que contiene las tumbas del mismo Vasco Da Gama y del escrito Luis Camões, y un fantástico claustro. En una capilla del claustro descansan, desde 1985, los restos del escritor Fernando Pessoa.
La Praza del Comercio, con la enorme estatua de José I, antiguamente, era el lugar de los mercados de especias. Situada a orillas del Tajo, es la zona más emblemática de Lisboa. Esta plaza se caracteriza por estar porticada en tres de sus lados, en forma de U, teniendo abierto el lado sur que da al río Tajo y que fue antiguamente el puerto principal de comercio marítimo de la ciudad.
Barrio de La Alfama, con sus empinadas y laberínticas calles empedradas, entre el Castillo de San Jorge y la orilla del Río Tajo, se encuentra la verdadera esencia de Lisboa.
Escuchar fado en Lisboa, es el canto tradicional portugués en el que se expresan los malos momentos de la vida, acompañado de una guitarra portuguesa, es otra interesante experiencia que hay que tener en Lisboa, entrando en alguna de sus tabernas más tradicionales. Tabernas de acceso gratuito donde puedes tapear con una copa de vino mientras escuchas el fado de artistas locales.
Catedral de Lisboa, del siglo XII, es el edificio religioso más importante y antiguo de la ciudad. Ha sobrevivido a varios terremotos, impresiona por un sobrio exterior, mientras que el interior es una mezcla de diferentes estilos arquitectónicos, en el que destaca una capilla gótica con varias tumbas del siglo XIV, un precioso claustro y la Sala del Tesoro, que guarda objetos valiosos como joyas, manuscritos y reliquias. La entrada cuesta 5 €.
Casa dos Bicos, situada cerca de la catedral, es sede de la Fundación Saramago. Un edificio histórico de interesante visita. Construida en 1523 por orden de Brás de Albuquerque, hijo natural del virrey de la India portuguesa Alfonso de Albuquerque, esta casa de estilo renacentista sorprende por su fachada revestida de piedras talladas en forma de punta de diamante o picos (bicos), de ahí su nombre. Después de quedar parcialmente destruida por el terremoto de 1755, en la actualidad ofrece una exposición permanente sobre la vida y obra del escritor José Saramago, Premio Novel de Literatura.
Iglesia de Santo Domingo, que esconde una trágica historia y tiene el interior calcinado. Construido en el 1241, este convento fue lugar de celebración de bodas reales y de la Masacre de Lisboa de 1506, para posteriormente ser destruida durante el terremoto y tsunami de 1755, quedando solo en pie la capilla. Después de reconstruir la iglesia en estilo barroco, en 1959 sufrió otro percance en forma de gran incendio que quemó todas las obras de arte y paredes del interior dejándola en su actual estado. Visita gratuita.
Elevador de Santa Justa, declarado Monumento Nacional y único ascensor vertical de la ciudad, se encuentra en la calle Santa Justa y tiene una altura de 45 metros, lo que le permite tener unas vistas privilegiadas del centro, tanto de día como de noche. Subir al ascensor, de estilo neogótico, cuesta 5 euros, y normalmente hay que hacer largas colas para subir.
Monumento a los Descubrimientos, a pocos metros de la Torre de Belém, se encuentra el Monumento a los Descubrimientos, inaugurado para conmemorar el quinto centenario de la muerte de Henrique el Navegante. Con 56 metros de alto, este monumento representa una carabela con una escultura del famoso navegante descubridor de Las Azores, Madeira y Cabo Verde, en la proa, seguido de varios personajes célebres como Vasco da Gama.