Zamora (Castilla y León)
Zamora (Castilla y León), bañada por el río Duero y rodeada de murallas y puertas muy bien conservadas, es una ciudad con poco más de 60.000 habitantes que sorprende a todo aquel que la visita. Arquitectura románica, centro histórico medieval, impresionantes vistas sobre el río Duero y un ambiente tranquilo y acogedor. Se le conoce como “La Ciudad del Románico”
La fundación de Zamora se atribuye a los romanos y su historia está llena de conquistas y reconquistas, especialmente en la Edad Media entre musulmanes y cristianos hasta que en el siglo XI Fernando I de León reconstruyó una ciudad completamente devastada por las guerras.
Sancho II, que acabaría asesinado a los pies de la muralla, sometió la ciudad al famoso “Cerco de Zamora” durante 7 meses, frente a su hermana Doña Hurraca que defendía la ciudad.
En Zamora fue la conferencia de paz del año 1145 entre Alfonso I de Portugal y el rey Alfonso VII de León, en la que se firmó el Tratado de Zamora y que supuso el origen de Portugal como reino independiente.
La Plaza Mayor se ubica en pleno casco antiguo y en ella se encuentra el Ayuntamiento Viejo (año 1493) y reconstruido a inicios del s.XVII; justo enfrente está desde 1950 el nuevo Ayuntamiento; el Monumento al Merlú (1996), en homenaje a las procesiones de Semana Santa; y la Iglesia de San Juan (s.XII). Zamora cuenta con 14 iglesias románicas en su casco histórico.
La Catedral de Zamora, consagrada en 1174, es de estilo románico, aunque muchos elementos añadidos a posteriori pertenecen a otros estilos. La Puerta del Obispo es la única románica que se conserva. En el exterior destaca la Torre del Salvador (s.XIII), de 45 m y de estilo románico.
En el interior destacan el Claustro (S. XVII) que da acceso al Museo Catedralicio; la Capilla de San Miguel, renacentista; la Capilla de San Ildefonso, renacentista; el Coro, con sillería de 1505; y la Capilla Mayor, con el Retablo Mayor de 1775.
El Castillo de Zamora se encuentra justo detrás de la catedral. Se cree que fue levantado en tiempos de Fernando I de León (S. XI). Apenas se conservan tres pequeñas torres restauradas, algún tramo de muralla, parte del foso y las ruinas del patio de armas. Formando parte del castillo está el Museo Baltasar Lobo, escultor local. Pasear por los jardines rodeados de la muralla, disfrutar de las vistas al Duero y a la ciudad es todo un placer.
Las Aceñas de Olivares son unos antiguos molinos, que ya estarían en funcionamiento allá por el siglo X, produjeron harina durante siglos, hasta que en el siglo XIX quedaron en desuso. En 2008 se recuperaron para el turismo y actualmente albergan un centro de visitantes, la reconstrucción de un martillo pilón, un batán, etc., así como varias exposiciones.
La Calle Santa Clara es zona de tiendas y conecta el centro de la ciudad con el centro histórico.
La Plaza de Viriato con una estatua de Viriato, muy ligado a la historia de Zamora, era un pastor que se hizo guerrero, lucho e hizo frente a la expansión de Roma (S. II a. C.).
Zamora preciosa joya románica, los textos muy claros y el video estupendo, como vosotrxs. Muchas gracias Pedro y disfrutar de vuestro viaje
Gracias Miriam. Zamora es una belleza bastante desconocida, su casco antiguo, sus monumentos y ambas riberas del río Duero con magnifico cuidado y esquistos carriles peatonales de paseo y carril bici. Es la segunda vez que voy y la he disfrutado tanto o más que la anterior.