Tarragona
Aquí llegaron las legiones romanas lideradas por el gran general Escipión el Africano en el año de 217 a.C., para convertirla en Tarraco, como una de las grandes urbes del Imperio Romano fuera de Italia. Nos dejaron grandes construcciones como el Anfiteatro, el Circo o el Acueducto, que han sobrevivido hasta el día de hoy. Este conjunto arquitectónico, está declarado Patrimonio de la Humanidad.
Anfiteatro romano
Fue construido, directamente en la roca, en el s. II para realizar combates de gladiadores, de fieras e incluso ejecuciones públicas. Su estado de conservación es muy bueno y aún se puede contemplar gradas originales y las bóvedas interiores. Además se pueden ver los restos medievales de la Iglesia de Santa María del Milagro, del s. XII, la cual se había construido a su vez sobre los vestigios de una basílica visigoda del s. VI, en honor a los mártires cristianos, de la que hoy en día apenas quedan tan sólo los cimientos.
Se calcula que en el momento de máximo apogeo, el Teatro tenía capacidad para casi 15.000 espectadores. En la actualidad se conserva una parte de las gradas de piedra que rodean la arena y que se pueden observar desde el Parque del Anfiteatro.
Muchas de las esculturas y restos más importantes del Antiteatro y de la antigua ciudad de Tarraco se encuentran en el Museo Arqueológico Nacional de Tarragona (MNAT), situado en el barrio del Serrallo.
Circo romano y Pretorio
Este recinto del siglo I d.C. con capacidad para más de 2.500 personas, es uno de los mejores conservados de Europa y se utilizó para las carreras de carros durante 3 siglos. A día de hoy todavía se puede ver una parte de las gradas y tres de las bóvedas interiores, de las que una de ellas te llevará hasta el Pretorio, una torre romana que facilitaba el acceso por unas escaleras al Foro Provincial. Esta Torre del Pretorio, convertida con el paso del tiempo en fortaleza y palacio de los reyes de la corona aragonesa, tiene un mirador en la parte superior con unas fantásticas vistas panorámicas de la ciudad para al bajar de la torre salir del recinto arqueológico por la Plaça del Rei, una bonita plaza con unas buenas vistas del Pretorio.
Plaza del Rey
Aquí era dónde se encontraba la plaza inferior del foro provincial en época romana, actualmente podemos ver un tramo de muralla y el Pretorio, junto a éste se encuentra el Museo Arqueológico Nacional de Tarragona, dónde se encuentra la gran mayoría de los restos de la época romana de la ciudad. Nosotros no pudimos entrar por estar cerrado por obras.
Catedral de Santa Tecla
Una de las joyas de la ciudad, cuyos cimientos se asientan sobre un antiguo templo dedicado a Augusto, un templo visigótico y una mezquita árabe. Se construyó a finales del siglo XII en la Plaza de la Seu, en la parte alta de Tarragona. El exterior destaca por la puerta principal de estilo gótico con arcadas ojivales y varias esculturas de apóstoles.
En el interior destacan el Altar Mayor, el retablo de madera dedicado la patrona de la ciudad Santa Tecla y el claustro. El precio de la entrada es de 5 euros.
Bordeando la catedral hay diferentes edificios que vale la pena visitar como el antiguo Hospital de Santa Tecla, actual sede del Consell Comarcal del Tarragonès, del cual sólo se ha conservado la fachada con sus cinco arcos de medio punto.
Rambla Nova
Se trata de una gran avenida que atraviesa la ciudad, durante el recorrido puedes contemplar numerosas casas de estilo modernista como la Casa Salas o el Convento de las Teresianas, obra de Martorell i Puig, discípulo de Gaudí. Así mismo destaca el Monumento a los Castellers, tradición catalana que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad.
Foro local
El foro local era el centro de la vida social y religiosa en tiempos romanos. Aquí se encontraban los restos de los principales edificios de la ciudad, aunque debido a la construcción del ensanche de la ciudad actualmente sólo pueden observarse los vestigios de una basílica, restos de casas y parte del templo capitolino.
Acueducto de las Ferreres
Conocido como el Puente del Diablo, fue construido en el s. I para abastecer de agua la ciudad y aún se conserva un tramo de más de 200 metros. Este acueducto se encuentra en la carretera que va en dirección a Lérida, a 3 kilómetros del centro de Tarragona.