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Osuna (Sevilla)

Los orígenes de Osuna se remontan hacia el año 1000 a.C, a la época de los tartesios. Fue ocupada por fenicios y cartagineses. Durante la época romana participó en las guerras entre César y Pompeyo. Tras ser conquistada por los romanos fundaron la urbe llamada Urso, de la que hoy se conservan la necrópolis, parte del teatro y numerosos restos arqueológicos. En época musulmana recibió el nombre de Osona u Oxuna. Fue conquistada en 1239 por el rey cristiano Fernando III. En 1264, ante problemas de repoblación y mantenimiento de fronteras, Alfonso X el Sabio cede la localidad a la Orden de Calatrava.

Siendo Maestre de la Orden Pedro Girón, en 1464 la Villa es permutada por Fuenteovejuna y Bélmez, convirtiéndose en el núcleo del Condado de Ureña.

Con el cuarto conde de Ureña, D. Juan Téllez Girón, la ciudad alcanzará un gran esplendor. En 1562 le fue concedido el título de duque de Osuna al quinto conde de Ureña. El deseo de ascender en el estamento nobiliario fuerza a los Téllez Girón a desarrollar todo un programa constructivo que remodelará absolutamente el paisaje de Osuna, capital del señorío de los Téllez. En esta época se fundará la Colegiata, se creará la Universidad, 19 monasterios y 4 hospitales, y surgirán en el paisaje numerosas casas solariegas y palacios. La ciudad tiene un centro histórico sorprendentemente rico y suntuoso repleto de palacios. Cuenta con diez iglesias, cinco conventos, cuatro ermitas y un casino, además de dos grandes monumentos levantados en el Renacimiento, como son la centenaria Escuela Universitaria y la Colegiata.

La ciudad fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en el año 1967 y la Unesco ha dado el título de segunda calle más bella de Europa a su calle San Pedro, que como la calle Sevilla es un verdadero museo al aire libre por las fachadas de sus palacios, iglesias y conventos.

Osuna es una de las ciudades más monumentales de toda la provincia de Sevilla, su pasado ducal que le proporcionó esplendor y riqueza, sobre todo en los siglos XVI, XVII y XVIII.

La Escuela Universitaria de Osuna se fundó en el siglo XVI y contó con los mismos honores que la de Salamanca. En ella se estudiaba Medicina, Teología y Leyes hasta que las tropas napoleónicas en el siglo XIX la utilizaron como cuartel general. En 1996 abrió de nuevo sus puertas como centro adscrito a la Universidad de Sevilla, ofreciendo los grados de Enfermería, Fisioterapia, Relaciones Laborales, Contabilidad y Magisterio.

Fente a la Escuela Universitaria está la Colegiata de Santa María de la Asunción que es el templo renacentista más destacado de la provincia de Sevilla. fue construida entre 1531 y 1535; el aspecto externo es bastante austero, en contraste con su rico interior. Contiene grandes obras barrocas de artistas como Martínez Montañés, Juan de Mesa y el pintor José de Ribera. Sus catacumbas y el sepulcro de los duques de Osuna es lo más impresionante de la Colegiata.

El monasterio de la Encarnación, también en la parte alta de la ciudad, es otro monumento relevante. construido entre los siglos XVI y XVII. Reúne una importante colección de arte sacro. En sus orígenes fue un hospital y actualmente es un convento de clausura con un interesante Museo de Arte Sacro.

En la Plaza Mayor se encuentra el Ayuntamiento, el Casino, el convento de la Concepción y el mercado de abastos. En esta plaza “tapeamos” y almorzamos en el bar El Molinillo, recomendable por la variedad de platos y tapas, por la cantidad, la calidad y el buen precio.

El coto de las Canteras, conocido como la Petra de Andalucía. De este lugar se extrajo la piedra con la que están construidos los grandes monumentos de Osuna. Ya fue utilizada en la era prerromana para la extracción de roca.

Osuna es una ciudad con un patrimonio espectacular, que bien merece una visita.

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