Parque Nacional de Monfragüe (Cáceres)
El Parque Nacional de Monfragüe está en la provincia de Cáceres, es un gran espacio natural entre Trujillo y Plasencia. El río Tajo atraviesa el Parque de este a oeste, de derecha a izquierda. También pasa por Monfragüe el Río Tiétar que desemboca en el río Tajo, dentro del Parque. En el año 1979 fue declarado Parque Natural y en el 2007 Parque Nacional.
La ruta roja te lleva también hasta una cueva donde hay pinturas rupestres, dibujos que representan personas y escenas de caza, hechos por los primeros habitantes del Parque, hombres y mujeres de la prehistoria que vivían en cuevas. Las pinturas rupestres se encuentran en más de 100 abrigos diferentes en la zona núcleo de la Reserva de la Biosfera, pinturas datadas entre los 8.000 y los 3.000 años antes de Cristo.
Ya en nuestra era, se conoce el paso de los romanos por los montes de Monfragüe, al que llamaron Monfragorum (monte fragoso), que hace alusión a la existencia de bosques y matorrales cerrados de vegetación espesa y exuberante.
El paso de los árabes por estas tierras, más reciente, tuvo su mayor exponente en el Castillo de Monfragüe, de arquitectura típica árabe, y en documentos que confirman la presencia de los califas Tarik y Muza en el año 711. Los árabes llamaron a la zona Al-Monfrag (al abismo). No queda casi nada del castillo original, pero tiene su fantasma. Cuenta la leyenda que el alcaide árabe que gobernaba el castillo tenía una hija muy guapa que se llamaba Noeima. Cuando el castillo estaba sitiado por los caballeros cristianos, Noeima se enamoró de uno de ellos. La princesa y el caballero se veían a escondidas de su padre, a través de un pasadizo secreto que llevaba al castillo. Pero el cristiano explicó a sus compañeros que había aquel pasadizo. Y una noche entraron en el castillo y vencieron a los árabes. Noeima y su padre consiguieron huir, pero el alcaide no le perdonó a su hija aquella traición. La maldijo y la condenó a estar encerrada toda su vida. Dicen que, todavía hoy, en las noches de tormenta se ve al espíritu de Noeima vagando por el monte y llorando y que sus lágrimas, al tocar el suelo, se convierten en perlas.
Pero el aspecto que mejor conocemos de la Reserva de la Biosfera de Monfragüe tuvo sus inicios allá por el año 1400, coincidiendo con la aparición de la Mesta, agrupación ganadera muy poderosa e influyente. El incremento de los rebaños de ovejas incitó entonces a abrir nuevos claros en el monte, para alimentar al ganado. Los montes más cerrados en las umbrías y solanas próximas a los ríos Tajo y Tiétar, con pendientes pronunciadas, se salvaron de la intervención humana, mientras que las llanuras y las tierras de relieve ondulado fueron clareadas para obtener pastos para el ganado.
Uno de los parajes más espectaculares de Monfragüe es el Salto del Gitano, un acantilado de 300 metros sobre el Río Tajo, con su leyenda local.
La encina es uno de los árboles más emblemáticos de la Península Ibérica y el más abundante en Extremadura. Su nombre científico es Quercus rotundifolia. “Quercus” proviene de una palabra celta que significa “árbol hermoso”. Su copa es redondeada y ofrece sombra amplia y densa. Puede llegar a vivir más de 700 años.