Logroño
Logroño ha sido históricamente un lugar de paso y cruce de caminos, tales como el Camino de Santiago, y de fronteras entre los antiguos reinos de Castilla, Navarra y Aragón. La ciudad fue arrasada por el Cid Campeador en el año 1092 y Alfonso VI fue el artífice de su restauración tres años más tarde.
Al rey Sancho de Navarra se debe la decisión de hacer pasar por Logroño el itinerario de los peregrinos hacia Compostela. En el siglo XV el rey Juan II de Castilla le honra con el título de “ciudad”, unos años después hace que Logroño sea «Muy Noble» y «Muy Leal». Con Alfonso VI, Logroño pasaría a pertenecer a la corona de Castilla (siglo XI), otorgándole el Fuero de Logroño.
En 1833 se convierte en capital de la provincia de Logroño y desde 1982 Logroño es capital de La Rioja.
El casco antiguo de Logroño está lleno de “calados”, que son bodegas que estaban bajo las casas. Una ordenanza municipal del año 1583 prohibía el paso de carruajes herrados por la Ruavieja para no perturbar el descanso de los vinos que reposaban en los calados.
Logroño cuenta con unos 150.000 habitantes y su tamaño nos permite disfrutar de una caminata por el Paseo de El Espolón y después visitar la concatedral de Santa María, el Parlamento regional (antiguo convento de la Merced), las iglesias de Santiago El Real o la de Santa María de Palacio, y finalizar pasando por la calle Portales para terminal tomando unos excelentes pinchos en la calle Laurel.
Logroño, bañada por el río Ebro, destaca por su cultura del vino, la gastronomía, el Camino de Santiago y su Casco Antiguo.
El Espolón es la zona verde más conocida de la ciudad, de inicios del siglo XIX. Aquí se encuentra la estatua ecuestre del general Espartero, casado con una logroñesa y tras retirarse de la política, se fueron a vivir a lo que hoy es el Museo de La Rioja, ubicada en la Plaza San Agustín.
La concatedral de Santa María (s.XVI) donde antes había una iglesia románica. Aquí se conserva un cuadro atribuido a Miguel Ángel, El Calvario.
La iglesia Imperial de Santa María de Palacio en la calle Marqués de San Nicolás (s. XII y XIII)..
La iglesia de Santiago es parada obligatoria de todo peregrino ya que Logroño está muy ligado al camino de Santiago. Dentro se encuentra la Virgen de la Esperanza, patrona de la ciudad, y la cripta de los condenados.
El antiguo Ayuntamiento estaba ubicado en el palacete Los Chapiteles, del siglo XVI, que fue Casa Consistorial durante 115 años, hasta el año 1980. Ahora es la sede del Instituto de Estudios Riojanos. El actual Ayuntamiento está revestido con piedra arenisca de Salamanca.
El Parlamento de La Rioja está en la calle Marqués de San Nicolás que fue el antiguo Convento de la Merced (s. XVII). Después fue fábrica de tabaco.
El puente de piedra es uno de los símbolos de la ciudad y figura en el escudo de Logroño. En la sesión correspondiente al día 14 de junio de 1884, el Ayuntamiento de Logroño, deja constancia de la inauguración del “Puente de Piedra” en la siguiente forma: “El señor ingeniero jefe de Obras Públicas de esta provincia, don Cesáreo Moroy, participa que desde las primeras horas del día 11 del mes actual quedó abierto al tránsito público el Puente de Piedra sobre el río Ebro.” El puente de hierro es de finales del siglo XIX
La calle del Laurel es la más concurrida de Logroño, llena de establecimientos donde se puede degustar la suculenta gastronomía riojana a base de pinchos.
Cuentan que el nombre viene porque, antiguamente, las mujeres que ejercían la prostitución vivían en esta calle, y para que los clientes supieran cuál era la que estaba disponible, colgaban en los balcones una rama de laurel. En épocas de crisis se veía toda la calle repleta de balconadas con laurel, lo que dio origen a su nombre.
